El pasado 1 de octubre, Alarm Phone recibió la llamada de familiares que informaban de la partida de 14 personas desde Tipaza en una patera que llevaba un motor de 40cv. Tras 11 días a la deriva en el mar, fue encontrada entre Menorca y Cerdeña. Solo habían sobrevivido tres personas.
El mismo día salían de Annaba 14 personas en una patera hacia la isla de Cerdeña. El día 11 de octubre aparecen en El Kala los cuerpos de 5 personas, entre ellos el de una mujer y un niño.
El 6 de octubre recibíamos la triste noticia de que cuatro cadáveres habían sido encontrados en la playa de Ain Beinane, entre ellos, los de dos niños. Cuatro personas de esta patera sobrevivieron, y el resto de las personas, no sabemos cuantas, siguen desaparecidas. Habían salido el 4 de octubre de Ain Taya (Argel) en dirección a las islas Baleares.
El 7 de octubre recibimos la noticia de que dos personas habían sobrevivido al naufragio de una patera que había salido de Ain Beinane el 3 de octubre. Además se identificaron los cadáveres de dos personas que habían viajado en ella. Las demás siguen desaparecidas.
El mismo día supimos de la intercepción de 25 personas que habían salido de Orán entre el 4 y el 5 de octubre en dirección a la península ibérica. Quedaron a la deriva en la región de Tnes, fueron interceptadas y conducidas a la comisaría. Pero no estaban todas: faltaba una persona.
El 8 de octubre recibimos la información sobre la aparición de un cadáver en Beni Saf (al oeste de Orán capital) que ya ha sido identificado.
El 11 de octubre aparecen los cuerpos de 5 personas en El-Kala, entre ellos los de una mujer y un niño.
Estas pasadas semanas, de este a oeste de las costas argelinas, están llegando los cuerpos de personas que intentaron cruzar el Mediterráneo para llegar a costas españolas. Esto es una masacre en toda regla, y se podría evitar facilitando un pasaje seguro a todas las personas, en lugar de la imposición xenófoba, clasista y racista de visados, barreras burocráticas y controles por origen.
Señalamos la responsabilidad de estas muertes recae directamente en los hombros de la Europa Fortaleza como perpetrador directo de las muertes en el mar.
Las familias retoman las riendas
La rabia y la impotencia es comunitaria y sale a la calle: la semana pasada en Annaba las familias se están manifestando por esta situación. El 9 de octubre, la carretera frente a la Universidad Badji Mokhtar Ahmed El Bouni en Annaba ha sido bloqueada por las familias de les harragas desaparecides. Nos solidarizamos con la rabia y la dignidad de estas familias.
¿Y qué pasa en las costas españolas?
Cada día los medios nos informan de la llegada de “aluviones” de pateras a las costas españolas. En ocasiones se mencionan los naufragios de pateras cuyos cadáveres llegan hasta ellas. Se habla poco, sin embargo, de las que no llegan.
En su Informe “Monitoreo 2023. Derecho a la Vida” Caminando Fronteras contabilizó 434 muertes en esta ruta durante el año pasado[1]. De las embarcaciones que salieron de Argelia y se notificaron a Alarm Phone siguen desaparecidas 14 de ellas, y Caminando Fronteras documentó la desaparición de 22 embarcaciones en la ruta de Argelia a España 2023[2].
La identificación de los cuerpos arrastrados hasta las costas españolas es muy difícil. En teoría, existen mecanismos de coordinación entre países para que las familias puedan hacerse pruebas de ADN y contrastarlas con las de los cadáveres encontrados en otro país. En la práctica, esta coordinación es limitada. A menudo es necesaria una denuncia en la policía nacional española para que se activen los protocolos de identificación y pruebas de ADN en Argelia de los familiares. El miedo y la desconfianza a las autoridades hace difícil que en muchas ocasiones este proceso se pueda comenzar.
Muchos cuerpos llegados a las costas españolas mantienen el estatus de “no reclamados”. Ya en el informe de ICRC “Counting the dead” de 2019-2021, se nombra que:
España no dispone de un sistema coherente para hacer un seguimiento de los enterramientos municipales de inmigrantes fallecidos y, en el momento de redactar este informe, no estaba claro dónde están enterrados los cadáveres identificados y los no repatriados[3].
A la inacción de las autoridades españolas, se suma la dificultad para las familias a la hora de encontrar asesoramiento desde Argelia. Desde enero de este año no hay ningún referente del programa de Restablecimiento del Contacto Familiar (Restoring familiy links) Media Luna Roja en Argelia. Para activar una solicitud de búsqueda, las familias deberían acudir a la oficina más cercana de Cruz Roja o Media Luna Roja, que se coordinaría eventualmente con su homólogo en el lugar de destino de la persona desaparecida.
Las familias que buscan desde Argelia y otros lugares a veces se enfrentan a los fantasmas de rumores falsos difundidos por redes sociales o incluso llamadas telefónicas que les hacen dudar si sus familiares pueden estar vivos y detenidos.
Nuestrx compañerx V. está intentando apoyar a una persona para la repatriación de los cadáveres de sus hijas. Nos cuenta:
“son chicas y hermanas argelinas que murieron hace seis meses y fueron encontrados en un barco en la costa de Cartagena. Su madre es una persona anciana pobre y el consulado no interviene a pesar de que existe una ley que estipula que el cuerpo de cada migrante será deportado a costa del erario argelino…Los cuatro cadáveres están enterrados en Cartagena porque el consulado no les quiere repatriar”.
Esta situación es retraumatizante para las familias, cuyo duelo inconcluso por desaparición se ve agravado por el silencio, la negación, la falta de reconocimiento y de reparación por parte de los estados cómplices del blindaje fronterizo.
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[1] https://caminandofronteras.org/wp-content/uploads/2024/02/Maqueta_ES.pdf
[2] op.cit.
[3] ICRC: COUNTING THE DEAD. UPDATE 2020-2022