El sábado 11 de marzo, apenas dos semanas después de que un centenar de personas perdieran la vida en un naufragio frente a las costas italianas, las autoridades italianas y maltesas han vuelto a dejar morir a otras personas en el mar. Esta vez, su política de de no asistencia y de delegar sus obligaciones en la denominada Guardia Costera libia provocó la muerte de 30 personas, que se encontraban en una embarcación en peligro en aguas internacionales, en la disputada región libia de Búsqueda y Rescate (SAR). La embarcación en la que viajaban 47 personas se encontraba a la deriva en el mar. De ellas, sólo 17 sobrevivieron gracias a la intervención de un buque mercante. Las 30 personas que perecieron podrían seguir vivas si las autoridades italianas y maltesas hubieran decidido coordinar inmediatamente una operación de rescate adecuada.
Una vez más, estas muertes no son el resultado de accidentes. Son consecuencia de decisiones políticas deliberadas. Las autoridades italianas y maltesas podrían haber intervenido inmediatamente. En lugar de ello, optaron por esperar demasiado tiempo y se remitieron a la llamada Guardia Costera libia como autoridad responsable y “competente”, con lo que perdieron tiempo que sería imprescindible para salvar a todas las personas en peligro.
Las autoridades italianas, maltesas y libias fueron informadas por primera vez de la situación de peligro el 11 de marzo a las 2:28h CET (véase la cronología más abajo) vía Alarm Phone. El petrolero AMAX AVENUE, y algún tiempo después el buque mercante GAMMA STAR, se encontraban en las proximidades del barco en peligro pero pasaron de largo.
Varias horas más tarde, otro buque mercante, el BASILIS L, se dirigió finalmente hacia la posición de la embarcación en peligro. A la espera de un buque mejor equipado para una operación de rescate, éste supervisó la embarcación en apuros. Las autoridades italianas y maltesas decidieron esperar, en vano, a que los llamados guardacostas libios lanzaran sus patrulleras, con el fin de devolver ilegalmente a las personas a Libia en lugar de rescatarlas hacia Europa.
A pesar de las condiciones marítimas extremadamente difíciles y del estado desesperado de la embarcación que se encontraba a la deriva, ni el MRCC italiano, ni el RCC Malta, ni el JRCC Libia activaron los recursos necesarios para llevar a cabo una operación de rescate – durante más de 30 horas desde la primera alerta dada por Alarm Phone.
Es más, el lugar donde se produjo el naufragio se encontraba en aguas internacionales, fuera de las aguas territoriales. La embarcación en apuros se encontraba dentro de la zona de operaciones de la misión europea EUNAVFORMED IRINI y de la misión italiana “Mare Sicuro”, con presencia continua de medios militares italianos y europeos, los cuales han fracasado sistemáticamente a la hora de rescatar a las embarcaciones de migrantes en peligro. Ninguno de estos medios respondió por radio a la señal de socorro enviada por Seabird ni participó en la operación de rescate de los RCC italianos o malteses, ambos bien informados. Las autoridades italianas, mientras obstaculizan continuamente a las ONG de salvamento, delegaron el rescate en buques mercantes que no están equipados para operaciones de salvamento.
Por consiguiente, tanto la demora del rescate como la delegación de la responsabilidad del rescate en buques mercantes que no están equipados para ello, son el resultado de la decisión política de dejar morir a las personas. Por la muerte de 30 personas, así como por la muerte de innumerables otras en las fronteras marítimas de Europa, son responsables principales Italia, Malta y otros Estados miembros de la UE, así como la Unión Europea en su conjunto.
Desde Alarm Phone, Mediterranea Saving Humans y Sea-Watch, denunciamos e instamos a los Estados miembros europeos, principalmente Italia y Malta, y a la Unión Europea a que pongan fin a sus políticas de externalización de fronteras y de delegación de competencias a Libia, factores centrales que han provocado la muerte de las 30 personas en peligro, así como de otras miles.
Las autoridades italianas y maltesas deben dejar de derivar las operaciones de rescate a la llamada Guardia Costera libia, cuyo historial en materia de derechos humanos es atroz y que ha devuelto por la fuerza a más de 100.000 personas a condiciones inhumanas en Libia. Además, la disputada región libia de búsqueda y rescate no puede considerarse responsabilidad exclusiva de las autoridades libias. Las autoridades italianas y maltesas también tienen que dejar de depender de los buques mercantes para cumplir con sus obligaciones de rescate.
Muchas preguntas siguen abiertas y necesitan respuesta: ¿Por qué las autoridades italianas y maltesas, así como EUNAVFOR MED Irini, no intervinieron y rescataron a las personas en peligro? ¿Por qué ninguna unidad de EUNAVFOR MED reaccionó al mensaje de socorro del Seabird? Todas estas autoridades tienen que dar explicaciones de su papel en este asunto y de su falta de actuación.
Instamos a la Unión Europea a que garantice rutas seguras y legales hacia Europa y a que participe en operaciones coordinadas de búsqueda y rescate, en lugar de financiar y equipar a la denominada Guardia Costera libia.
CRONOLOGÍA DE LOS ACONTECIMIENTOS
Sábado 11 de marzo
01:32h CET: Durante la noche, Alarm Phone recibe la primera llamada de las personas en peligro. Las personas gritan “por favor, ayúdame” repetidamente, pero no pueden compartir una posición GPS.
01:38h CET: Alarm Phone recibe una primera posición GPS (N 33 55, E 018 27), pero la línea se corta. Alarm Phone intenta confirmar la posición tratando repetidamente de contactar con la embarcación en apuros.
02:09h CET: Alarm Phone vuelve a contactar con la embarcación. La posición (N 33 56, E 018 28) muestra que el barco está a la deriva. La comunicación con las personas en peligro es extremadamente difícil debido al fuerte viento.
02:28h CET: Alarm Phone envía el primer correo electrónico al Centro Italiano de Coordinación de Salvamento Marítimo (ITMRCC), al RCC Malta y al Centro Conjunto de Coordinación de Salvamento Libio (JRCC Libia) para informarles de la situación de peligro.
03:10h CET: Cuando el petrolero AMAX AVENUE (IMO: 9419450) se aproxima a la zona donde se encuentra la embarcación en peligro, Alarm Phone envía un correo electrónico a las autoridades para alertarles de la urgencia de proceder a su rescate y a las 3:28h CET se pone en contacto con las compañías aseguradoras y armadoras del petrolero vía correo electrónico y teléfono.
09:50h CET: Alarm Phone se da cuenta de que el petrolero AMAX AVENUE no modifica su rumbo. Como el buque mercante GAMMA STAR (IMO: 7703259) está cerca del barco en apuros, Alarm Phone actualiza a las autoridades para informarles de esta posibilidad para el salvamento.
09:53h CET: Las personas en peligro informan que salieron de Tobruk hace 2 días. La persona que habla al teléfono está llorando, al igual que muchas otras personas a bordo, como puede oírse de fondo. Las personas en apuros informan de que no les queda comida ni agua y piden repetidamente ser rescatadas. Durante las horas siguientes, Alarm Phone está en contacto permanente con las personas a bordo de la embarcación. Las personas a bordo están aterrorizadas y gritan pidiendo ayuda. Informan de que se han quedado sin combustible y de que la embarcación se ha dañado. Todas las posiciones GPS confirman que está a la deriva. Alarm Phone informa continuamente a todas las autoridades sobre la situación de peligro, tanto enviando correos electrónicos como llamando a ITMRCC, RCC Malta y JRCC Libia (incluyendo los intentos para ponerse en contacto con la llamada Guardia Costera Libia a través de los diferentes números de teléfono facilitados por esta).
10:32h CET: El avión de monitoreo Seabird de Sea-Watch avista la embarcación en peligro en la llamada zona de Búsqueda y Rescate (SAR) libia.
10:34h CET: Seabird envía un “Mayday Relay” por radio (un procedimiento de emergencia que proporciona información sobre una embarcación en apuros a través de radio marítima o aérea, solicitando ayuda a cualquier buque o embarcación en las inmediaciones).
10:37h CET: El buque mercante BASILIS L (OMI: 9290505), con bandera de las Islas Marshall, acusa recibo del Mayday Relay. El buque informa estar a 15 millas náuticas (las millas náuticas es la unidad de medida utilizada en el mar. 1 milla náutica equivale a 1,852 kilómetros) del caso de peligro y que se dirige hacia allí.
11:18h CET: El equipo de tierra de Seabird envía un correo electrónico a las autoridades italianas, maltesas y libias, con el mercante BASILIS L en CC, para informarles sobre la embarcación en peligro.
11:27h CET: El equipo en tierra de Seabird llama al ITMRCC. El ITMRCC confirma que ha recibido el correo electrónico. Tras insistir en la urgencia del mismo y preguntar por sus intenciones, el oficial italiano remite a las autoridades libias y cuelga.
11:30 CET: En una llamada con el buque mercante BASILIS L, Alarm Phone se entera de que el buque recibió la orden de las autoridades libias de supervisar la situación hasta que llegaran los llamados guardacostas libios y devolvieran a las personas a Libia.
11:31h CET: Seabird llama por radio al buque mercante BASILIS L, preguntando si necesitan una posición GPS actualizada, ya que la embarcación en peligro va a la deriva. Responden que están en contacto con los llamados guardacostas libios, siguiendo instrucciones del ITMRCC. Los supuestos guardacostas libios les dieron un waypoint por el que debían proceder.
12:10h CET: El personal de tierra de Seabird llama al JRCC Libia: las autoridades libias están al corriente del caso de socorro y dicen que han transmitido la información al centro de operaciones en Bengasi. La tripulación de tierra de Seabird pregunta si están realizando una operación de rescate. Las autoridades libias responden que de momento no.
12:11h CET: El equipo de tierra de Seabird envía un correo electrónico al buque mercante BASILIS L, recordándoles la obligación de prestar asistencia y enviando el protocolo de rescate de Sea-Watch.
12:12h CET: La tripulación aérea de Seabird llama al mercante BASILIS L, recordándole el estado de la embarcación en apuros, y su deber de rescate.
12:15h CET: Alarm Phone intenta contactar con el mercante BASILIS L.
12:30H CET: El buque mercante BASILIS L está evaluando la situación y monitorizando la embarcación en peligro.
12:39h CET: El buque mercante BASILIS L se encuentra a 0,8 millas náuticas de las personas en peligro.
12:50h CET: La tripulación aérea de Seabird llama al BASILIS L, comunicándoles que en base a la información del equipo de tierra, la llamada Guardia Costera Libia no está procediendo al rescate en estos momentos. El buque mercante responde que están siguiendo las instrucciones dadas por el JRCC, que había dicho que enviarían un barco, el buque mercante no puede rescatar debido al mal tiempo.
13:12h CET: El equipo de tierra de Seabird llama al JRCC de Libia: El JRCC sólo tiene instrucciones de dar resguardo a la embarcación en apuros y ninguna instrucción de rescate. El JRCC Libia quiere enviar un buque desde Bengasi para el rescate, y añade: “Si el buque mercante quiere rescatar, que lo haga”.
13:25h CET: La tripulación de Seabird transmite esta información del JRCC al BASILIS L.
13:26h CET: Seabird abandona el lugar.
14:33h CET: La tripulación de tierra de Seabird envía un correo electrónico de seguimiento al buque mercante BASILIS L.
14:50h CET: El equipo de tierra de Seabird envía un correo electrónico de seguimiento a las autoridades italianas, maltesas y libias.
15:29h CET: El equipo de tierra de Seabird intenta contactar con las autoridades de Bengasi, pero nadie contesta.
16:35h CET: Alarm Phone, tras no conseguir contactar con la llamada guardia costera libia en varios números de teléfono, finalmente consigue un número de teléfono de la llamada guardia costera libia en Trípoli. El oficial libio dice que habían dicho al buque mercante que rescatara la embarcación a las 13:30h CET y que no tenían ninguna embarcación disponible, ni en Bengasi ni en Trípoli, por lo que no llevarían a cabo el rescate.
16:51h CET: El equipo de tierra de Seabird llama a JRCC Libia: el oficial dice que no hay ningún buque disponible para ser enviado desde Bengasi – sólo hay buques disponibles en el este de Libia.
17:06h CET: La tripulación de tierra de Seabird llama al ITMRCC y comunica al MRCC Roma que el JRCC les había informado de su incapacidad para enviar un activo de rescate. La tripulación de tierra de Seabird pregunta quién se encargaría ahora de la coordinación, ya que el JRCC no puede responder ni coordinar este caso de socorro. El oficial italiano se retira.
18:20h CET: El equipo de tierra de Seabird llama al RCC Malta, el oficial cuelga.
18:44h CET: Alarm Phone se entera por la llamada guardia costera libia de que están en contacto con un buque mercante y el ITMRCC se hace cargo de la coordinación de la operación.
19:59h CET: Los supuestos guardacostas libios confirman de nuevo a Alarm Phone que el ITMRCC se hace cargo de la operación porque las autoridades libias no pueden mandar ningun barco.
Domingo 12 de marzo
06:50h CET: Después de haber estado en contacto con las personas en peligro durante toda la noche, las personas a bordo vuelven a llamar a Alarm Phone para informar de que están muy agotadas. Dicen que, desde hace ya tres días, no reciben ayuda en el mar. Muchas de ellas están llorando.
07:20h CET: Alarm Phone recibe una llamada de la barca en peligro pero no es posible la comunicación. Este es el último contacto con las personas en peligro.
14:14h CET: Alarm Phone contacta en vano con los buques BASILIS L, ATLANTIC NORTH (IMO: 9236597) y KINLING (IMO: 9893814), que pueden verse en Vesselfinder cerca de la última posición conocida de la embarcación.
14:35h CET: Alarm Phone se entera de que el buque mercante FROLAND (IMO: 9505584) subió a bordo a 17 personas después de que la embarcación en peligro volcara por la mañana. No hay información disponible sobre si otros buques mercantes rescataron a otras personas.
16:23h CET: El buque mercante MEDKON SAMSUN también se dirige a la embarcación en peligro, teniendo como destino Misrata.
07:31h CET: El ITMRCC envía un mensaje Inmarsat solicitando a todos los buques en la zona del siniestro que estén atentos a las 30 personas desaparecidas.