En el marco de la Agenda Europea sobre Migración, los ‘hotspots’ están siendo desplegados por los equipos móviles de la agencia europea de fronteras Frontex para apoyar los llamados ‘estados europeos en la línea de frente’ (frontline EU states) en la identificación y chequeos (‘screening’) sistemáticos de viajeros que entran ‘ilegalmente’ en el territorio de la UE. Una de las tareas principales de Frontex es la de acelerar el ‘proceso de retorno’, y por consiguiente, de deportación de aquellos que Frontex ´identifica’ como no procedentes de un país en guerra y/o sin fundamentos válidos para la obtención del asilo en Europa.
Desde que Frontex entró en escena, los procesos de registro se ralentizaron drásticamente. Los procedimientos de Frontex de “selección” de individuos requieren aún más tiempo, y ello ha causado grandes retrasos y generado una situación de emergencia estructural para los cientos de personas que esperan en territorio europeo. La inauguración oficial de este “hotspot” en Lesbos coincidió con un incremento del número de llegadas y con el deterioro de las condiciones meteorológicas. A pesar de las fuertes lluvias durante los últimos días, las lanchas han seguido llegando desde Turquía y cientos de refugiados desesperados han sido abandonados a su suerte en el lodo y entre montones de basura fuera de las vallas de Moria. Ello ha sido provocado por la ausencia de un sistema funcional para hacer las colas de espera y de cualquier forma de gestión de las multitudes por parte de las autoridades. Asimismo, estas personas no han tenido acceso a un refugio (frente a las condiciones climáticas adversas), ni a infraestructuras sanitarias tales como aseos, ni tampoco se les ha proporcionado alimentos, agua o vestimenta, ni medicamentos ni médicos.
Las escenas en Moria nos recuerdan zonas de guerra: kilómetros de personas haciendo cola durante varios días. Están exhaustos y esperan, de pie, sentados o incluso echados en el barro, a menudo después sobrevivido el trayecto por el mar. Las personas especialmente vulnerables no son ni identificadas ni protegidas, ni tampoco se les apoya ni se les da prioridad. Hay niñxs, ancianxs y mujeres embarazadas, que sólo son atendidxs por activistas voluntariss y a los que Frontex
hace esperar fuera. Aquellas personas que abandonan esta cola interminable tienen que volver al final de la fila. Varias mujeres perdieron a sus bebés nonatos con el estrés de la espera, familias fueron separadas en medio del caos, y niñxs se encontraban desesperados por haber perdido a sus madre o padre.
Welcome to Europe viene documentando esta situación desde el comienzo de octubre, en varios artículos con fotografías: http://infomobile.w2eu.net/.
Al mismo tiempo, las autoridades han elaborado un sistema de separación con procedimientos y alojamientos diferentes para los sirios y los no-sirios, creando un sistema clasista donde unos son priorizados, mientras que otros son discriminados, aunque difícilmente se puede hablar de privilegios en esta situación de sufrimiento masivo.
Desde hace varios meses, el ACNUR así como decenas de ONGs griegas e internacionales se han trasladado hacia Lesbos para ofrecer ayuda humanitaria y llenar el vacío dejado por el gobierno griego / europeo. Sin embargo, el deterioro previsible de las condiciones climáticas parece haber cogido a todos por sorpresa: nadie estaba preparado para las consecuencias de las precipitaciones, ni nadie ha logrado apoyar a los que se encuentran situados actualmente en varias localidades de la
isla, sin recursos básicos ni cobijo. La respuesta a la crisis humanitaria es demasiado escasa y llega demasiado tarde, mientras millones de euros han volado en ayuda de emergencia. Al mismo tiempo, la sociedad civil, incluyendo principalmente los lugareños, pero también a la gente que viene de todas partes del mundo para ayudar, ha demostrado una gran solidaridad. Sin ella, podríamos haber tenido que informar de más víctimas de la Europa Fortaleza en la isla de Lesbos.
La tragedia que está teniendo lugar en el ‘hotspot’ y sus alrededores, refleja el fracaso de Europa para proteger a los refugiados y la violencia del régimen de fronteras en la que se basan las políticas migratorias europeas. Detección y registro son prioritarios, la vida de las personas no!
Exigimos el cese inmediato de los procedimientos de los hotspot y la retirada inmediata del personal de Frontex. La UE debe terminar inmediatamente con la ralentización de los procedimientos de registro generada por Frontex, que se torna en una amenaza mortal. Denunciamos el procedimiento de “aceleramiento de los retornos” en los términos más enérgicos posibles. Hacemos un llamado para la apertura de las fronteras terrestres de manera que las personas en movimiento no arriesguen, y a
veces pierdan, sus vidas. Exigimos como medida rápida la expansión de una ayuda humanitaria que cubra suficientemente las necesidades apremiantes de las personas que llegan a las islas griegas y una acogida de lxs refugiadxs, ofreciendo protección.
Libre circulación para todxs!!